El cristinianismo, esa religión que predica que todos los hombres somos hermanos y que debemos respetarnos los unos a los otros como hermanos. Esa religión basada en el amor y la toleráncia, nos ha dejado grandes personalidades ilustres, que hán predicado con el ejemplo, no solo con su palabra sino con sus actos. Estos hombres santos, temerosos del señor, que en su vida no hán hecho más que practicar la bondad y la tolerancia y no hán escatimado en medios. Pero basta de palabras y pasemos a verlos.
En esta imagen, ahí los tenemos, esa buena gente, parece que quieran decir «hey, hasta luego putoloco, chaooo» Que buena gente son. Todos buenos catolicos, claro, no os quepa duda.
Y este no es más que el lider de esa alegre pandilla, el generalisimo Francisco Franco, hombre santo donde los haya, tolerante hasta la medula y amigo de tratar a sus congeneres como si fuesen sus hermanos. Si tenemos en cuenta que siempre se sospechó que fue el que mandó matar a su hermano Ramón para que este no le quitara protagonismo, ya sabemos como se las podría gastar con sus conciudadanos.
Aqui abajo, Augusto Pinochet, hombre de dios, que siguiendo la palabra del señor, no dudó en aplicar los mismos metodos del señor nuestro dios con todos los que no pensaban como el. Así como el señor no tuvo reparos en destruir Sodoma y Gomorra y anegar a la humanidad bajo un diluvio, este hijo de puta no tenía problemas en aniquilar a las personas que no comulgaban con sus ruedas de molino.
Este otro elemento, Mussolini, que no tenía ni un pelo de tonto, grán valedor de la santa sede, amigo de los papas, visionario, desiquilibrado y loco. A este gran cristiano, la historía le recuerda como lo que fue, otro genocida asesino.
Aqui, el amigo Videla, gran amante del paracaidismo sin paracaidas, deporte nacional de Argentina durante el tiempo que esta estuvo bajo su yugo y al que obligó a participar a miles de personas, siguiendo la inspiración divina y los metodos de su admirado Pinochet, hizo desaparecer a miles de «desaparecidos». Ni David Copperfield, pero claro, es que David tal vez no practicaba el reconocido integrismo catolico caracteristico de Videla.
Por cierto, os vais fijando que caras de hijos de puta tienen estos personajes ??. Que raro, pues ya que contaban con el favor de Dios, deberían ser unos Adonis. Que dios mas desagradecido.
Y caramba, aquí matamos dos pajaros de un tiro, los dos juntitos, la Esperanza, la grán esperanza blanca del nacional catolicismo para devolver a la Iglesia Catolica al lugar que ocupaba en tiempos del generalisimo, y monseñor Rouco Varela, el papable español, hombre de grán tolerancia y gran democrata, que aspira a pasearse bajo palio en la procesión con el rango de salvador del catolicismo y de España, como en su dia lo hiciera el gran dictador.
Y aqui tenemos a Hitler. Hitler no era catolico, mas bien al contrario, detestaba a los cristianos, los consideraba seres inferiores, aunque siempre trató de mantener buenas relaciones con la Iglesia, a la vez que esta procuraba no entrometerse en sus asuntos. Aqui vemos al obispo de Berlín comiendole un poquito el culo a nustro amigo Adolf, consciente de que era él quien ponia y quitaba a su antojo. Increible facilidad que tiene la Iglesia Catolica para tener tan buenas relaciones con todos estos dictadores genocidas. Aqui vemos como predican con el ejemplo, aunque fuesen locos asesinos, homicidas y genocidas, la jerarquia cristiana, lo toleraba, por que en eso se basa, en tolerar.
Aqui vemos unas tomas, en las que la curia se maneja a la perfeccion en las distancias cortas con los dictadores, incluso tomando parte en sus rituales y ceremonias.
Así como ilustre tambien es su propia emisora de radio para difundir su mensaje evangelizador. Desde aqui atentan sin cesar contra los principales valores de la democracia basandose en una supuesta legitimidad que no tienen, al estar determinado nuestro estado como un estado laico tal y como viene determinado en nuestra constitución en el articulo 16.3.
Y claro, no se nos pueden olvidar nuestros queridos Caballeros de Cristo, guardianes de la fe, que no dudan en llevar hasta las ultimas consecuencias el lema de que todos los hombres somos iguales. Todos los hombres somos iguales mientras seamos hombres blancos, claro, que los negros, sudamericanos, asiaticos, gitanos, gays…todos esos no, esos no son iguales y ya para eso están ellos aqui, para salvaguardar la pureza de la raza a la vez que alaban a Jesus. Y aunque guarden el anonimato, podeis estar seguros que bajo eso capuchones hay gente ilustre.
Me gustaría ver sus caras el dia que descubran que el Jesus en el que ellos creen, era judío.
Y este, bueno, este no es que sea ilustre, pero es un buen ejemplo de la masa social que sustenta esta idiosincracia tan particular del catolicismo.
Esperando que este repaso os haya refrescado la memoria sobre el buen hacer de los catolicos cristianos y de quienes los apoyan, os recuerdo que no olvideis marcar en vuestra declaración de la renta la casilla de la Iglesia Catolica, que ya podeís estar tranquilos sabiendo que vuestro dinero va para hacer el bien y sostener estos regímenes tolerantes.
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