Este payaso que veis en la imagen es el asesino de animales Sergio Blasco.
No se le ha ocurrido otra gracia que irse a hacer un selfie con un toro que yace muerto después de haber sido atropellado por un coche. La cara de satisfacción de este retrasado ante la presencia de un animal muerto, es la clara prueba de que no disfrutan con el presunto arte que dicen defender o practicar, sino que con lo que verdaderamente disfrutan es con la muerte, con la sangre y con el sufrimiento de los animales. Ahora podrán seguir cobrando las subvenciones del Ministerio de Incultura y apelar a las tradiciones para que no se prohíba lo que ellos llaman fiesta y marca España, podrán seguir llamándonos demagogos a los que defendemos los derechos de los animales, sobre todo el más básico, el derecho a la vida y al no sufrimiento. Podrán seguir llenando las arenas de las plazas y las calles de sangre, dolor y muerte.
Pero ahora ya no tienen argumento alguno para defender sus posiciones porque gracias a este payaso, tenemos la prueba de que lo que realmente les gusta hacer es causar el dolor, el sufrimiento y la muerte a otros seres vivos, y que si no se lo causan a otros seres humanos, es solo porque no es legal, no porque tengan sentimientos, ni remordimientos ni el mínimo sentido común. Luego no querrán que celebremos y nos alegremos cuando un toro los golpea a ellos en la plaza.
No conocía a este gilipollas, pero recordaré su nombre por si algún día lo veo asociado a una cornada, de la que espero que se quede bien jodido, no muerto, sino mejor sufriendo el resto de su puta y miserable vida, y brindaré por ello si eso sucede.
Han dicho…..